La obesidad mórbida, entendida esta como un sobre-peso cuantificado que se asocia a enfermedades graves invalidantes (diabetes, dislipemia, cardiopatía, artropatía severa), constituye la gran epidemia del siglo XXI en nuestro mundo.
La mayor parte de los enfermos tienen un trastorno de base psicológica asociado con un comportamiento desordenado en la ingesta o convulsivo.
El tratamiento es multidisciplinar con la participación de nutricionistas, endocrinólogos, psicólogos, cirujanos digestivos y cirujanos plásticos. El tratamiento quirúrgico pasa por varías técnicas de distinta radicalidad en función del grado de obesidad.
En los casos menores contamos con un grupo de acciones que ayudan a disminuir la ingesta sin alterar la estructura anatómica del individuo: gastroplastia con banda, marcapasos ability©, balón intra-gástrico, entre otras.
En los casos más avanzados, se lleva a cabo una modificación de la anatomía del estómago: la transformación del estómago en un tubo, reducción de estómago, y por tanto de su capacidad. Puede ir asociada o no a una técnica que disminuya la cantidad del alimento ingerido que se absorba: reducción de estómago con by-pass más o menos largo (es decir, con mayor o menor longitud de intestino sin paso de alimento). En las grandes obesidades es necesario hacer una exclusión casi completa del intestino.
Debido a que el mayor grupo de obesidades son las del primer apartado, las técnicas poco invasivas y que no alteran la anatomía, se han ido imponiendo, asociadas a un tratamiento multidisciplinar de gestión de alimentos, en el ámbito de la psiconutrición con control de nutricionistas. En cambio por ahora el aporte de las técnicas quirúrgicas es clave y con una eficacia contrastada.